Hay historias que no empiezan con una palabra, sino con un gesto Una respiración contenida, una línea que se dibuja en el aire antes de tocar la tela.
Así nació «Bajo la piel»: como una reflexión sobre el cuerpo y la forma, sobre cómo la moda construye refugios visibles para lo invisible. Y bajo la superficie — si se escucha con atención — hay un latido.
En este drop el diseño no impone: se revela con la lentitud de algo que respira. El cuero conserva el rastro del movimiento, como si tuviera memoria. Las costuras son huellas, los pliegues, recuerdos del cuerpo que los habitó.
Bajo la piel no es una colección. Es una conversación entre materia y emoción, Entre superficie y alma
La prenda no oculta, revela. La moda, cuando es verdadera, No cubre el cuerpo lo escucha.
Todo lo que se construye — un edificio, una prenda, una emoción— Nace Bajo la piel.